La alegría de Rawayana por regresar a casa
por Carolyn Manrique
El pasado sábado 30 de septiembre la banda venezolana se presentó en la Concha Acústica de Bello Monte. Dieron un concierto de tres horas donde se pasearon por canciones desde su primer disco, «Licencia para ser libre», hasta el último, «¿Quién trae las cornetas?»

Foto: Sabrina Faria
Son válidas todas las maneras de regresar. Puede ser un evento escolar, un gran festival o un concierto completamente agotado con personas que aún, horas antes de iniciar, siguen preguntando si es posible adquirir más entradas. Rawayana decidió regresar de las tres maneras.
La banda venezolana vino a finales de 2021 y tuvo un par de presentaciones que, siendo sinceros, pasaron un poco debajo de la mesa. Un año después se presentaron en el Cusica Fest con un show estupendo -en el que adelantaron algunas de las canciones de su nuevo disco «¿Quién trae las cornetas?»- y este 30 de septiembre de 2023 llenaron la Concha Acústica de Bello Monte en un concierto que hizo feliz a sus fanáticos de hace 10 años y a los que llegaron a ellos hace algunos meses.
Días antes del concierto, Rawayana pidió a todos sus fanáticos que llegaran temprano, pues querían empezar lo más puntual posible, algo que nunca ha sido un problema en los eventos producidos por Cúsica. La petición era porque Beto Montenegro, Tony Casas, Alejandro “Abeja” Abeijón y Andrés "Fofo" Story tenían planeado dar el show más largo de su historia. Meta que cumplieron dando una presentación de tres horas.
A las 6:20 pm subió al escenario Gran Radio Riviera, la banda encargada de abrir el show y que sirvieron como ejemplo de las nuevas bandas que se han visto impulsadas por proyectos exitosos como Rawayana. Mientras tocaban el público seguía entrando, se tomaban fotos en los stands puestos por los patrocinantes, comían y buscaban un espacio en las gradas.
Los cuatro integrantes de Rawayana estaban emocionados por regresar a tocar en Caracas en un concierto solo de ellos, con entradas agotadas y un nuevo disco recién publicado. Yo, por mi parte, estaba emocionada porque sería mi último concierto en Venezuela por un tiempo. Yo, como ellos, voy a emigrar y esto hizo que canciones como «Welcome to El Sur», «Véngase II», «Váyanse todos a mamá» y «Caney», tuvieran un significado especial.
A eso se le sumó el preestreno, como parte de un intermedio durante la presentación, de «Caracas en el 2000» una canción de Elena Rose, Danny Ocean y Jerry Di que pronto será publicada oficialmente. El videoclip muestra la versión adolescente de los tres cantantes en Caracas, una época a la que desean regresar. “Es una oportunidad para sentarnos a recordar porqué amamos este lugar y a las personas que están allí”, dijo Elena Rose.
Pero con esto ya casi me adelanté a mitad del concierto, el cual comenzó a las 7:40 pm con «Nada Malo», la primera canción del último disco que, además, le da nombre a la gira de conciertos que tienen por Latinoamérica y Europa en los próximos meses.
Siguieron con «Palmera del Desierto» y «Tucacas», ambas parte del disco «Trippy Caribbean» de 2016. Una de las razones por las que la banda quería hacer un concierto de tres horas era para agradecer a los fans que los han seguido desde 2011 cuando publicaron su primer álbum, «Licencia para ser libre».
Beto no pudo evitar recordar y mostrar la guitarra que su padre le regaló cuando comenzó con la banda. Para agradecerle a él, quien estaba dentro del público, le pidió a todos que cantaran con él «Falta poco».
Uno de los grandes deseos cumplidos fue el de interpretar en vivo su versión del Incomprendido de Ismael Rivera, aunque no estuvo Neutro Shorty como en su publicación original disponible en YouTube y Amazon Music. Para seguir complaciendo a la “Caracas salsera” también tocaron «Ay Ay Ay», tema del disco «Rawayanaland» de 2013.
Entre los invitados estuvo Jambene, los Tambores de la Sabana y el señor @alquilamelalancha -conocido así por su usuario en redes sociales-, quien también tiene una aparición de 17 segundos en el nuevo álbum.
Durante todo el concierto la banda intentó tener al público al máximo, siempre bailando, saltando y cantando a todo lo que les daba la voz, pero luego de la aparición de los Tambores de la Sabana todo subió a un nivel mucho más elevado, pues fue éxito tras éxito -viejos y nuevos-: «Feriado», «Bebé», «Hora loca», «Sin ti» y «High».
Luego de High, el escenario quedó apagado y la banda salió. El público estaba seguro de que no había terminado porque faltaban varias de las canciones más icónicas: «Funky fiesta» y «Dame un break».
Luego de más de 30 canciones y tres horas, Beto, en nombre de toda su banda, prometió que regresaría pronto al país. No hay seguridad de eso, no hay fechas confirmadas aún, solo el deseo de no dejar que pasen siete años nuevamente. Su alegría por regresar a casa la transmitieron a las miles de personas asistentes y seguro lo seguirán haciendo durante la gira, en la que, su música y presencia, significan una especie de regreso para los cientos de venezolanos que viven en diferentes países.