La Elsa y Elmar que me acompaña en la alegría
y en la tristeza
por Carolyn Manrique
En abril de 2022 Elsa y Elmar estrenó su tercer álbum, «ya no somos los mismos», con el que consiguió una nominación a los Latin Grammy en las categorías Álbum del Año, Mejor Álbum Vocal Pop Contemporáneo y Mejor Ingeniería de Grabación para un Álbum

Elsa y Elmar es una cantautora colombiana | Foto: Cotesía
Descubrí a Elsa y Elmar por su colaboración con la banda venezolana Los Mesoneros, en la canción «Pangea». No conecté con su música de inmediato, tuve que esperar a inicios del 2019 -también conocida como la época de mayor despecho jamás registrado en mi vida- para hacerlo. «Culpa, tengo», parte del álbum «Eres diamante», me ayudó a hacer los días menos pesados.
Con esa canción sentí que ya me lo había dado todo. Pensé que recordaría siempre a Elsa por ese disco y por esa etapa de mi vida, pero no. Pasó una pandemia, se acabó mi despecho y, para resumir, les tengo que decir que soy una persona completamente distinta.
Maduré y solté muchas cosas. ¿Lo curioso? que resumiría esta nueva etapa de mi vida con «ya no somos los mismos», el disco que Elsa y Elmar sacó en abril de 2022. Cuando escucho «vuelve», segunda canción del álbum, no puedo dejar de pensar en la que fue mi mejor amiga desde 2018 y de la que me separé en enero de 2022. Un duelo que aún estoy viviendo.
Como es común en esta época, para el momento en que se publicó el disco ya se habían escuchado varios temas que estuvieron acompañados de videoclips, mientras que la publicación final vino acompañada de un seriado que cuenta una historia única a través de cada canción. Cada tema por separado ya había llamado mi atención y la de muchos otros, pero escuchar todo el álbum, canción tras canción, sana de alguna forma.
Apuesto todo a que Elsa, que nació en Bucaramanga, Colombia, y que es cuatro años mayor que yo, también cree que creció y cambió durante la pandemia y, claro, que para ella «ya no somos los mismos» es la prueba de ese crecimiento artístico y personal. Una prueba que incluso la hizo estar nominada a los Latin Grammy en las categorías Álbum del Año, Mejor Álbum Vocal Pop Contemporáneo y Mejor Ingeniería de Grabación para un Álbum.
Aclaro que esta apuesta no la hago desde supuestos, pues en varias entrevistas que la colombiana ha dado explica que este disco significa para ella un regreso a sí misma tras una ruptura amorosa que también estaba conectada con lo profesional. Como la mayoría de los artistas, escribe desde su experiencia personal con la seguridad de que otros se pueden sentir identificados. Incluso, cuando en 2021 anunció la existencia de «ya no somos los mismos» a través de redes sociales dijo: “Es un disco sobre aprender a perder para encontrar”.
También declaró en una entrevista a la versión en español del diario Independent: “Yo ni sabía si iba a seguir haciendo música, ni sabía si era capaz. Yo no sabía ni qué era mío”.
Partiendo de esa búsqueda de lo que ella es en la música y cuáles son sus intereses, en algunas de las canciones se suman fragmentos que presentan la posición de la cantante sobre temas políticos y sociales. El más claro está «no todo fue tan malo // ya no somos los mismos», donde incluye el fragmento de una conversación con Guillermina, la señora que la cuidó de niña, quien sufrió violencia por parte de su pareja.
Además de las letras, que es lo que más resalto del disco, «ya no somos los mismos» también es un viaje de sonidos que pasa por música tropical, bachata, balada, blues, R&B y electrónica. Mención especial a la versión de «Tal para cual» del fallecido cantante colombiano Joe Arroyo.
Si aún no la has escuchado te invito a que pases por tu plataforma musical favorita para hacerlo.